domingo, 29 de enero de 2017

El Papa y el papamóvil

El Papa y el papamóvil

Dr. Jorge Rodríguez Reyna


Veo con relativa frecuencia la publicación de una foto del Papa dentro del papamóvil, acompañado de una crítica a la supuesta falta de confianza del Papa en Dios, diciendo que como aquél asume ser representante de Cristo, por consiguiente no debería tener ningún temor y de ninguna forma usar un papamóvil blindado. Lo utilizan como pretexto para atacar su autoridad, para deslegitimarlo, para insinuar perversamente que el Papa no confía en la protección del Señor.

Si el Papa utiliza un papamóvil blindado en sus giras (aunque no siempre es así), es por simple seguridad, como lo haría el común de los mortales, si existiese algún riesgo para su vida. De una manera especial es natural que se proteja al Papa, pues debemos recordar que en 1981 el terrorista turco Ali Agca intentó asesinar a Juan Pablo II, a través de dos disparos.

Los que critican de esta forma son hipócritas, pues tengo la certeza de que por más que afirmen confiar en Dios, seguramente ellos mantienen a buen recaudo sus propiedades, su dinero, en fin, cualquier cosa de valor que posean. Lo cual obviamente es lo esperado. Y con mayor razón se debe de cuidar la vida propia, sobre todo si se sabe que existen riesgos comprobados de estar expuesto a posibles agresores.

Pese a lo dicho, tal vez esos mismos hipócritas me dirán que lo que sostengo son solamente palabras humanas, que no existe argumento bíblico que lo sustente (les encanta leer la Biblia como un diccionario o manual para todo), y que por tanto, no tiene validez.

Para malestar de ellos les quiero demostrar bíblicamente que el defender la vida propia de cualquier amenaza externa es correcto, sin que eso signifique que no tengamos confianza en Dios, pues al contrario expresa que somos precavidos (lo cual es una virtud).

Cuando Pablo se encontraba en riesgo de ser asesinado, tuvo que ser descendido en una canasta por los muros de la ciudad, para que pudiera escapar y poner su vida a buen recaudo. ¿Acaso eso significa que Pablo no confiaba en el Señor?

23 Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarlo;24 pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarlo. 25 Entonces los discípulos, tomándolo de noche, lo bajaron por el muro, descolgándolo en una canasta. (Hechos 9).

El autor de la carta a los Hebreos nos habla de los héroes de la fe. Y nos hace notar que por proteger su vida tuvieron que andar errantes y escondidos. ¿Eso significaba que esos hombres ejemplares no tenían plena confianza en Dios y por eso se escondían?

38 Esos hombres, de los cuales no era digno el mundo, tenían que vagar por los desiertos y las montañas y refugiarse en cuevas y escondites. (Hebreos 11).

Jesús mismo decidió protegerse de Herodes, cuando se enteró que había tomado preso al Bautista. ¿Serían tan torpes los críticos del papamóvil de afirmar que Jesús se alejó por miedo y por desconfianza en su Padre?

12 Mas oyendo Jesús que Juan era preso, se volvió a Galilea;
13 Y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y de Nephtalim (Mateo 4).

Cuando hablaba sobre la destrucción de Jerusalén, Jesús llama a sus seguidores a escapar fuera de la ciudad para proteger sus vidas. ¿Significa que les invitaba a no confiar en la protección de Dios y por eso los incitaba a huir?

21 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. (Lucas 21).

Por último, cuando estaba próximo a cumplir con su sacrificio, el Señor les pide a sus discípulos que compren una espada para protegerse. ¿Era un signo de desconfianza en Dios, el usar los medios a su disposición para salvaguardar sus vidas, más aún cuando era el mismo Cristo el que los invitaba a protegerse?

36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja, y el que no tiene, venda su capa y compre espada. (Lucas 22).

     Para terminar, debemos reafirmar que el protegerse de posibles atentados contra la vida no es signo de desconfianza en Dios, sino de prudencia. Para aquellos que critican al Papa por usar el papamóvil, bien les vendría la sentencia de Jesús a Satanás, cuando éste le invitaba a arrojarse desde lo alto del Templo, amparándose en una mala interpretación de la Escritura. Jesús le replicó: “Dice también la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios.” (Mateo 4). Y cuidar la vida propia y no ponerla en riesgo es precisamente lo contrario a tentar a nuestro Padre.


Ad Mayorem Dei Gloria