El
Papa y el papamóvil
Dr. Jorge Rodríguez Reyna
Veo
con relativa frecuencia la publicación de una foto del Papa dentro del papamóvil,
acompañado de una crítica a la supuesta falta de confianza del Papa en Dios, diciendo
que como aquél asume ser representante de Cristo, por consiguiente no debería
tener ningún temor y de ninguna forma usar un papamóvil blindado. Lo utilizan
como pretexto para atacar su autoridad, para deslegitimarlo, para insinuar
perversamente que el Papa no confía en la protección del Señor.
Si
el Papa utiliza un papamóvil blindado en sus giras (aunque no siempre es así),
es por simple seguridad, como lo haría el común de los mortales, si existiese
algún riesgo para su vida. De una manera especial es natural que se proteja al
Papa, pues debemos recordar que en 1981 el terrorista turco Ali Agca intentó
asesinar a Juan Pablo II, a través de dos disparos.
Los
que critican de esta forma son hipócritas, pues tengo la certeza de que por más
que afirmen confiar en Dios, seguramente ellos mantienen a buen recaudo sus
propiedades, su dinero, en fin, cualquier cosa de valor que posean. Lo cual
obviamente es lo esperado. Y con mayor razón se debe de cuidar la vida propia,
sobre todo si se sabe que existen riesgos comprobados de estar expuesto a
posibles agresores.
Pese
a lo dicho, tal vez esos mismos hipócritas me dirán que lo que sostengo son
solamente palabras humanas, que no existe argumento bíblico que lo sustente (les
encanta leer la Biblia como un diccionario o manual para todo), y que por
tanto, no tiene validez.
Para
malestar de ellos les quiero demostrar bíblicamente que el defender la vida
propia de cualquier amenaza externa es correcto, sin que eso signifique que no
tengamos confianza en Dios, pues al contrario expresa que somos precavidos (lo
cual es una virtud).
Cuando
Pablo se encontraba en riesgo de ser asesinado, tuvo que ser descendido en una
canasta por los muros de la ciudad, para que pudiera escapar y poner su vida a
buen recaudo. ¿Acaso
eso significa que Pablo no confiaba en el Señor?
23 Pasados muchos días, los
judíos resolvieron en consejo matarlo;24 pero sus asechanzas llegaron a
conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para
matarlo. 25 Entonces los discípulos,
tomándolo de noche, lo bajaron por el muro, descolgándolo en una canasta.
(Hechos 9).
El autor de la carta a
los Hebreos nos habla de los héroes de la fe. Y nos hace notar que por proteger
su vida tuvieron que andar errantes y escondidos. ¿Eso significaba
que esos hombres ejemplares no tenían plena confianza en Dios y por eso se
escondían?
38 Esos
hombres, de los cuales no era digno el mundo, tenían que vagar por los
desiertos y las montañas y refugiarse en cuevas y escondites. (Hebreos 11).
Jesús mismo decidió protegerse de
Herodes, cuando se enteró que había tomado preso al Bautista. ¿Serían tan torpes los críticos
del papamóvil de afirmar que Jesús se alejó por miedo y por desconfianza en su
Padre?
12 Mas oyendo Jesús que Juan era
preso, se volvió a Galilea;
13 Y
dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en los confines
de Zabulón y de Nephtalim (Mateo 4).
Cuando hablaba sobre la destrucción de Jerusalén,
Jesús llama a sus seguidores a escapar fuera de la ciudad para proteger sus
vidas. ¿Significa
que les invitaba a no confiar en la protección de Dios y por eso los incitaba a
huir?
21 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los
montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no
entren en ella. (Lucas 21).
Por último, cuando estaba próximo a cumplir con su
sacrificio, el Señor les pide a sus discípulos que compren una espada para
protegerse. ¿Era un signo de desconfianza en Dios, el usar los medios a
su disposición para salvaguardar sus vidas, más aún cuando era el mismo Cristo
el que los invitaba a protegerse?
36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa,
tómela, y también la alforja, y el que no tiene, venda su capa y compre espada.
(Lucas 22).
Para terminar, debemos reafirmar que el
protegerse de posibles atentados contra la vida no es signo de desconfianza en
Dios, sino de prudencia. Para aquellos que critican al Papa por usar el
papamóvil, bien les vendría la sentencia de Jesús a Satanás, cuando éste le
invitaba a arrojarse desde lo alto del Templo, amparándose en una mala
interpretación de la Escritura. Jesús le replicó: “Dice también la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios.” (Mateo 4). Y
cuidar la vida propia y no ponerla en riesgo es precisamente lo contrario a
tentar a nuestro Padre.
Ad Mayorem Dei Gloria