María de Nazaret: los protestantes tienen razón
Dr. Jorge Arturo Rodríguez Reyna
Tal vez a mis hermanos católicos les suene escandaloso esto, pero durante la lectura del presente artículo descubrirán el sentido del título.
Muchas veces he tenido la oportunidad de discutir con amigos protestantes sobre muchos temas controversiales. Cabe aclarar que son controversiales para ellos, pues para nosotros los católicos, las cosas son muy claras.Cuando digo que los protestantes tienen razón, me refiero al hecho de que ellos insisten mucho en que las cosas de la fe, tienen que necesariamente estar en la Biblia. Eso es cierto en parte, sin embargo, los católicos sabemos que también, parte de la revelación ha sido dada a través de la Tradición de la Iglesia, además de la Biblia.
No obstante, hoy quiero hacer una excepción y darles por un momento la razón a nuestros hermanos protestantes, en el tema de María de Nazaret, la madre de Jesús. Así que, utilizando su principio de que todo debe estar escrito en la Biblia, iremos analizando algunas de sus opiniones en relación a María, y algunas otras opiniones, que aunque no siendo protestantes, algunos atrevidos se animan a decir.Así que, primero haré el enunciado de las opiniones a las que me refiero antes, y luego nos remitiremos a lo que nos dice la Biblia sobre el mismo punto:
1. Nuestros amigos protestantes dicen que “María era una mujer pecadora”.
La Escritura dice por su parte: “Alégrate, llena de gracia” (Lc 1, 28). Probablemente esta cita no les resulte suficiente para nuestra afirmación de la concepción inmaculada de nuestra Madre. Les recordaremos que el término que utiliza el escritor bíblico para “llena de gracia”, es la palabra griega kejaritomene (κεχαριτωμενη), que significa: totalmente llena de la gracia, completa y absolutamente llena de gracia, desde siempre. En otras palabras, ese término, que es el que aparece en los manuscritos bíblicos originales, confirma el dogma católico de la Inmaculada Concepción de María, madre de Jesús.La palabra κεχαριτωμενη es una extensión de tres palabras: χαριτοω (charitoo), μένη (mene) y κε (ke). χαριτοω (charitoo) significa “gracia”, κε (ke) es un prefijo de χαριτοω que significa que la palabra está en tiempo perfecto. Este indica un estado presente producto de una acción completada en el pasado. μένη (mene) hace esto un participio pasivo. “Pasivo” significa que la acción es realizada en el sujeto (en nuestro caso la Virgen María) por otra persona (en nuestro caso Dios). Resumiendo, la palabra κεχαριτωμενη de María es un participio pasivo de χαριτοω (charitoo): Es Dios el autor de su estado de gracia: llenada, colmada de gracia (apologeticacatolica.org).
2. Algunos osados, se atreven a afirmar que María no vivía cerca de Dios.
Por su parte, la Biblia recoge la expresión del arcángel al dirigirse a ella: “El Señor está contigo” (Lc 1, 28)
3. Unos dicen que María era una mujer como cualquier otra.
La Escritura nos dice que Isabel, llena del Espíritu Santo, le dijo a nuestra madre: “Bendita tú entre las mujeres (Lc 1, 42)
4. Otros atrevidos creen que María de Nazaret era una mujer irreflexiva.
Dice la Palabra de Dios, refiriéndose a ella: “Guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón” (Lc 2, 19).
5. Algunos más desorientados, se atreven a dudar de la fe de María.
Mas, el evangelio les responde, cuando Isabel – llena de Espíritu Santo – le dice: “¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” (Lc 1, 45).Y para que no queden dudas, tanta era la fe de María, que luego de todo lo que el ángel le anunció ni siquiera titubeó, sino que simplemente le dijo: “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38).
6. No he oído algo así, pero suponiendo que algunos pudiesen creer que por ser la Madre del Señor, María era soberbia, les sería bueno revisar la Biblia.
La misma palabra de María nos habla de su humildad: “He aquí la esclava del Señor” (Lc 1, 38).7. Actualmente muchos llamados “cristianos” no toman en cuenta a María, en sus comunidades. El libro de los Hechos de los Apóstoles, sin embargo, nos ilustra el cómo la primera iglesia trataba a la Madre de Jesús: “Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús” (Hch 1, 14).
8. A muchos amigos protestantes he oído o leído decir que ya no debemos una consideración especial a María, porque ella solamente fue madre de Jesús mientras El llevaba una vida terrena, pero que ya luego, María no sigue siendo su madre.
Lucas, en sus Hechos de los Apóstoles nos muestra que pese a que ya Jesús había resucitado y ascendido a los cielos, se seguía considerando a María, como madre de Jesús: “María la madre de Jesús” (Hch 1, 14).
9. Una vez leí a un amigo protestante decir, que ninguna cosa en especial nos había dejado María en la Biblia, a diferencia de los escritores bíblicos, que sí escribieron de Jesús, o los apóstoles que le proclamaron.
Pero dejemos que la Escritura misma nos relate como fue ella la que nos dio el mejor consejo a todos los cristianos, cuando nos dijo: “Haced todo lo que El les diga” (Jn 2, 5).
10. Otro protestante confundido me dijo una vez que Jesús no respetaba ni obedecía a su madre, que no la tomaba en cuenta.
Después que Jesús volvió con José y María, sus padres, a Nazaret, luego que fue encontrado en el templo discutiendo con los maestros de la ley, nos dice el Evangelio: “Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos” (Lc 2, 51).En otras palabras: les obedeció, tanto a José como a María.
11. Nosotros afirmamos que María, la madre de Jesús, padeció junto con Él, de una manera particular. Ella lo acompañó de un modo especial en su pasión. Nuestros amigos protestantes cuestionan esto.
Es sabido que no hay mayor dolor humano que el dolor de una madre al ver sufrir y morir a su hijo. ¡Cuánto más María, quien tuvo que padecer sabiendo que quien moría era su Hijo y su Dios al mismo tiempo, aquel que era maltratado y clavado en la cruz! Ya Simeón, se lo habría predicho: “(Y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones” (Lc 2, 35).
12. Algunos protestantes, por interpretar incorrectamente la Biblia, dicen que ella tuvo relaciones sexuales con José y que luego de Jesús, tuvieron más hijos.
La Escritura es totalmente clara al respecto, y nos detalla que cuando el ángel le anunció que sería la madre del Salvador, ella le contestó sorprendida: “¿Cómo será esto, puesto que soy virgen?” (Lc 1, 34). Esta respuesta se explica única y exclusivamente si es que María había ya pensado mantener su virginidad, incluso durante su matrimonio, de lo contrario su extrañeza no tendría sentido, mucho menos su pregunta a Gabriel, el arcángel.Si María hubiese pensado en tener relaciones sexuales con José, entonces no le habría sorprendido el anuncio del ángel, pues habría asumido que ese hijo anunciado, vendría producto de su unión carnal con su esposo, pero como ella había decidido mantener su virginidad, es que respondió al ángel como lo dice el Evangelio.
13. Alguna vez, he leído también la afirmación de que María era una mujer indigna de Dios, indigna del Espíritu Santo.
Lucas nos relata que cuando el ángel se presentó a María y le explicaba el cómo sucedería la concepción de Jesús, le dijo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti” (Lc 1, 35).
14. Herejes, a lo largo de la historia, creían que el embarazo de María no tuvo nada de especial, nada de particular.
El evangelio nos dice todo lo contrario, pues en el libro de Mateo se relata así la concepción virginal de Jesús: “Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue. Estando su madre María desposada con José, antes de que se consumara el matrimonio, se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo” (Lc 1, 18).
15. Unos consideran, equivocadamente, que María no es importante en la historia de la salvación.
Veamos, sin embargo, que incluso ya en el Antiguo Testamento, se hablaba de ella: “Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel” (Is 7, 14).
16. Algunos grupos quieren hacer una separación entre Jesús y María, su madre. Los católicos decimos por el contrario que María es la que nos trajo la salvación (Jesús), que ella nos lo presenta, que ella siempre lo acompaña.
Mateo nos relata que cuando los reyes magos visitaron a Jesús, estos lo encontraron al lado de su Madre: “Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose le adoraron” (Mt 2, 11).
17. El atrevimiento de algunos, les lleva a decir que en el Evangelio, nunca se habla con claridad de que María era madre de Jesús.
Pero dice la Palabra de Dios: “Un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto” (Mt 2, 13).
Pero dice la Palabra de Dios: “Un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto” (Mt 2, 13).
18. Dicen otros que María no tenía una preferencia especial ante los ojos de Dios.
Dice por el contrario el Evangelio: “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo” (Lc 1, 28).
19. Nosotros los católicos, afirmamos que María es el Arca de la Alianza. Esto, lo niegan los amigos protestantes.
Recordemos que el Arca de la Alianza, suponía en el Antiguo Testamento, la presencia real de Dios.
Recordemos que el Arca de la Alianza, suponía en el Antiguo Testamento, la presencia real de Dios.
Cuando Gabriel, el arcángel, visita a María y le anuncia su maternidad, le dice: “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lc 1, 35).En otras palabras, el Espíritu Santo, el Altísimo (el Padre) y el Santo Ser (Jesús, el Hijo), habitaron en María. Dicho de otra forma, las Tres Personas de la Trinidad hicieron morada en María, por eso decimos que ella es el Arca de la Alianza para los cristianos.
20. Otros podrían pensar, que María era una mujer no diligente, como injustamente la presentó hace poco una película norteamericana, realizada por protestantes.
Lucas, sin embargo, cuando nos describe la actitud de María al enterarse de la maternidad de su prima Isabel, nos dice: “En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá y entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel” (Lc 1, 39-40).
21. Muchos protestantes afirman que la presencia de María, no les trasmite nada en especial, y piensan que lo mismo ocurría en la época que ella vivió terrenalmente en la Palestina, en tiempos de Jesús.
Pero vemos, que cuando Isabel, su prima, recibió la visita de María, quedó llena del Espíritu Santo: “Y aconteció que cuando oyó Isabel la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; e Isabel fue llena del Espíritu Santo” (Lc 1, 41).Isabel quedó llena del Espíritu Santo ante el saludo de María, la madre del Señor.
22. Otros nos cuestionan a los católicos, porque nosotros afirmamos que recibir a María en nuestra vida, representa un privilegio.
El Evangelio, una vez más nos permite fundamentar lo que creemos. Isabel nos manifiesta el honor que significa recibir a María, la madre del Señor Jesús: “¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?” (Lc 1, 43).
23. Algunos podrían preguntarse si María era o no una mujer de oración. Tal vez algunos duden sobre si María se dedicaba o no a orar.
El evangelio de Lucas nos ha conservado el Magníficat, una de las más hermosas oraciones que encontramos en la Biblia, que es por cierto, la oración que María dijo cuando visitó a su prima Isabel: “Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva” (Lc 1, 46-48).
24. He discutido muchas veces con amigos protestantes, quienes me dicen que debemos tener presente a Jesús, que eso es correcto, pero que no es necesario recordar a María.
El Evangelio por el contrario, nos dice por misma boca de María: “Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones” (Lc 1, 48).Cabe preguntarse: ¿Cuál es la única Iglesia que cumple con esta profecía bíblica? La respuesta es obvia.
25. Algunos se preguntan, intentando dudar en todo lo concerniente a María de Nazaret, si es que ella alguna vez santificó el Nombre del Señor, y si es que esto está registrado en las Escrituras, como ellos siempre esperan.
Cuando oraba, María dijo: “Santo es su nombre” (Lc 1, 49).
26. Otra pregunta interesante que podrían tener los que no se han informado bien sobre María, sería si ella se preocupaba o no de su hijo Jesús.
Dejemos que la misma Palabra de Dios nos lo relate: “Y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia” (Lc 2, 48).
27. Por otra parte, una barbaridad que también he escuchado es que Jesús nunca se preocupó por María, su madre.
¿Se podría creer que Jesús, siendo el Hombre Perfecto, y por tanto un hijo perfecto también, no se preocupara por su madre? Además, cuando estaba en la cruz, le dijo al apóstol más amado (o sea no a cualquiera, sino al más amado): “Después dijo al discípulo: ¡He ahí tu madre! Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa” (Jn 19, 27).El discípulo amado recibe a María como su Madre, y la acepta en su casa. Eso es lo que hacemos los católicos: recibir a María en casa, en la Iglesia.
28. Y seguro, como se ha dicho también, otros afirman que María no tuvo ninguna labor importante dentro del Evangelio. Se preguntarán: ¿Es que acaso María recibió algún encargo especial de parte de Jesús? ¿Era acaso importante la misión que ella podría cumplir?
Recordando el numeral anterior, vemos que Jesús encomendó a su discípulo más amado, Juan, que cuidase de su madre, y la recibiese como tal. Pero no todo quedó allí, pues también a su Madre, le encomendó recibir como hijo al discípulo amado. El que se jacte de ser un discípulo amado de Jesús, tiene por tanto que aceptar que María lo reciba como hijo: “Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo!” (Jn 1, 26).
Por tanto, los protestantes tienen razón: todo debe estar en la Biblia. Al menos en el tema de María de Nazaret, vemos que todo lo que necesitamos conocer como cristianos para amar y venerar a nuestra Madre, lo podemos encontrar sin ninguna dificultad en la Palabra de Dios.
muy hermoso tu blog! gracias!
ResponderEliminarBienvenidos ao Blog - www.virgemdeguadalupe.blogspot.com
Muchas gracias por tu comentario. Recién estoy actualizándolo, después de casi un año. Bendiciones.
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