sábado, 1 de diciembre de 2012

¿POR QUÉ HAY AUTORIDADES EN LA IGLESIA? - EL PAPA


Dr. Jorge Arturo Rodríguez Reyna




Alguna vez conversando con un hermano protestante me decía que no existe en la Biblia ningún texto que mencione que en la Iglesia deba de haber autoridades. Me decía que en su congregación todos se trataban igual y no había nadie superior a otro, que todos se consideraban “hermanos”, entre otros argumentos. Pues, a pesar suyo, la Palabra de Dios es muy clara al respecto. Si bien es cierto, todos debemos servirnos mutuamente en la Iglesia, como Cristo nos pide con su ejemplo, luego de realizar el lavado de los pies de sus apóstoles; también es verdad que Jesús dejó instituida una autoridad en la Iglesia, que es la encargada de determinar en última instancia qué enseñanza corresponde a la doctrina cristiana y cual no, o por otro lado, qué persona forma parte de la Iglesia o por el contrario, también determina quién es apartada de ella (como el caso de excomunión). La prueba de que siempre ha existido autoridad en la Iglesia, desde el principio del cristianismo, la podemos verificar con los siguientes textos:


Mt 18.18 Yo les digo: ‘Todo lo que aten en la tierra, lo mantendrá atado el Cielo, y todo lo que desaten en la tierra, lo mantendrá desatado’.

Hch 15.23,28 ‘Los apóstoles y los hermanos con títulos de ancianos … Fue el parecer del Espíritu Santo y el nuestro no imponerles…’

Hch 15.41 (Pablo) recorrió Siria y Cilicia confirmando a las Iglesias y entregando las decisiones de los presbíteros.

Hch 20.17 Debido a eso, desde Mileto Pablo envió un mensaje a Efeso para convocar a los presbíteros de la Iglesia.

Hch 20.28 ‘Cuiden …de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les ha puesto como obispos (o sea, supervisores): pastoreen la Iglesia del Señor.

Hch 23.5 Pablo contestó: ‘Hermanos, yo no sabía que fuera el sumo sacerdote, pues está escrito: No insultes al jefe de tu pueblo’.

1 Cor 16.16 Ustedes, a su vez, acepten su autoridad así como la de cualquiera que coopere y se dedique al servicio con ellos.

2 Cor 2.9 En realidad les escribí para comprobar si podía contar con ustedes y con su total obediencia.

2 Cor 7.15 El (Tito) ahora, al recordar la obediencia de todos y el respeto lleno de humildad con que lo recibieron…

2 Cor 10.2 No me obliguen, cuando esté ante ustedes, a actuar con autoridad, como estoy decidido y como me atreveré a hacerlo.

2 Cor 10.6 Y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia en cuanto contemos con la total obediencia de ustedes.

2 Cor 13.10 Se lo digo desde lejos, para no tener que mostrarme duro entre Uds. con la autoridad que el Señor me dio para edificar y no para destruir.

Gal 2.2 Fui para exponerles el evangelio que anuncio a los paganos … no sea que estuviese haciendo o hubiera hecho un trabajo que no sirve.

Gal 2.6 En cuanto a los dirigentes de más consideración … no me pidieron que hiciera marcha atrás.

Gal 2.9 Santiago, Cefas y Juan reconocieron la gracia que Dios me ha concedido. Estos hombres, que son considerados pilares de la Iglesia.

Ef 2.20 Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y los profetas.





Fil 2.23 Por eso pienso enviárselo (a Timoteo) apenas vea claros mis problemas.

Flm 8 Por eso, aunque tengo en Cristo plena libertad para ordenarte lo que tendrías que hacer, prefiero pedírtelo por amor.

Flm 21 Te escribo con plena confianza en tu docilidad.

1 Tes 4.8 El que no haga caso de estas advertencias desobedece, no a un hombre, sino al mismo Dios, que les da a ustedes su Espíritu Santo.

1 Tes 5.12 Hermanos, les rogamos que se muestren agradecidos con los que trabajan para ustedes, los dirigen en el Señor y los corrigen.

1 Tes 5.27 Les ordeno, en el nombre del Señor, que se lea esta carta a todos los hermanos.

2 Tes 3.6 Hermanos, les ordenamos en nombre de Cristo Jesús, el Señor, que se aparten de todo hermano que vive sin control ni regla.

2 Tes 3.14 Si alguno no obedece lo que les mandamos en esta carta, señálenlo y no tengan más trato con él.

1 Tim 6.13 Ahora te doy una orden en presencia del Dios que da vida al universo entero, y de Cristo Jesús.

1 Tim 3.17 Exige a los ricos que no sean arrogantes ni confíen en las riquezas, que son siempre inseguras.

Tit 1.5 Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas existentes y pusieras presbíteros …, de acuerdo con mis instrucciones.

Tit 2.15 Tú enseña estas cosas, aconsejando y reprendiendo con toda autoridad.

Heb 13.17 Obedezcan a sus dirigentes y estén sumisos, pues ellos se desvelan por sus almas, de las cuales deberán rendir cuenta.

1 P 5.5 También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos.

3 Jn 9 Convenía que yo escribiera a la Iglesia, pero a Diotrefes le gusta tanto el mando que no nos hace caso.

Ap 21.14 La muralla de la ciudad descansa sobre doce bases en las que están escritos los nombres de los doce Apóstoles del Cordero.


Otro texto que demuestra que había una jerarquía, ya desde la Iglesia primitiva, la encontramos en la siguiente cita:


1 Cor 6.4 En estos asuntos deberían poner de jueces a los últimos de la comunidad.


En lo referente a la autoridad del Papa, debemos mencionar que éste es el sucesor de Pedro, la Roca o Piedra sobre la cual Jesús estableció su Iglesia, y a la que prometió que no permitiría que los poderes del infierno prevalecieran contra ella, como vemos precisamente ocurre con nuestra Iglesia Católica, que pese a los errores y dificultades que ha experimentado a lo largo de estos 2000 años ha prevalecido sin ser vencida por Satanás, porque es la Iglesia que Cristo fundó y a la que ofreció acompañar todos los días hasta el fin del mundo. Alguno podría objetar que lo que Jesús le dijo a Pedro, es que su Iglesia se edificaría sobre su confesión de fe, como erróneamente dicen muchos hermanos protestantes, pero cabría preguntarse: ¿entonces por qué Jesús le cambió el nombre a Simón y le puso Pedro (πετρος en griego, idioma en el cual se redactó el Nuevo Testamento), que precisamente significa Piedra o Roca?.La respuesta es obvia y solamente una: Pedro es la Piedra sobre la que Cristo fundó la Iglesia y los Papas son sus sucesores. Otro podría decir que la promesa de ser la Roca era solamente para Pedro y no para sus sucesores, pero si así fuera, entonces los poderes de la muerte si habrían podido vencer la Iglesia, con lo cual la promesa de Jesús habría perdido validez. Por lo tanto, es un argumento equivocado. Los Papas son los sucesores de Pedro, como también históricamente se puede demostrar, trazando la sucesión ininterrumpida desde Pedro hasta su sucesor actual, el Papa Benedicto XVI. Entonces, nada de interpretaciones torcidas ni adecuadas a sus intereses personales. Lo que ocurre es que el que no quiere entender, aunque viniese uno de entre los muertos a decírselo, como diría Abraham en la parábola del pobre Lázaro y el rico, no lo creería (Lc 16.31). La Palabra de Dios es sumamente clara como podemos ver a continuación:





Mt 16.18-19 Y ahora yo te digo: ‘Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates …’

Jn 1.42 Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: ‘Tú eres Simón, hijo de Juan, pero te llamarás Kefas (que significa Piedra)’.

Mt 10.2 Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro.

Lc 22.31-33 ‘Pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos’.

Jn 21.15-17 Jesús le dijo: ‘Apacienta mis corderos’… ‘Cuida de mis ovejas’ … ‘Apacienta mis ovejas’

Hch 12.5 Y mientras Pedro era custodiado en la cárcel, toda la Iglesia oraba incesantemente por él a Dios.

Vemos la preeminencia de Simón Pedro, dentro del grupo de los doce apóstoles. El siempre tomaba la palabra en nombre de todo el grupo, él era seguido por los otros apóstoles:


Mt 17.25 Cuando entraba se anticipó Jesús y le dijo: ‘Dame tu parecer, Simón’.

Lc 5.8-9 Simón Pedro se arrodilló ante Jesús, diciendo: ‘Señor, apártate de mí’. Pues tanto él como sus ayudantes se habían quedado sin palabras.

Jn 6.67-68 Jesús preguntó a los Doce. ‘¿Quieren marcharse también Uds.?’. Pedro le contestó: ‘Señor, ¿a quién iríamos?’.

Jn 21.3 Simón Pedro les dijo: ‘Voy a pescar’. Contestaron: ‘Vamos también nosotros contigo’.

Hch 2.14 Pedro se puso de pie, alzó la voz …diciendo: ‘Amigos judíos … escúchenme, pues tengo algo que enseñarles’

Hch 2.22 (Pedro dijo): ‘Israelitas, escuchen mis palabras’.

Hch 2.41 Los que acogieron la palabra de Pedro se bautizaron y aquel día se unieron a ellos unas tres mil personas.

Hch 10.48 Y (Pedro) mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo.

Hch 15.7 ‘Dios intervino en medio de Uds. … cuando quiso que los paganos escucharan de mi boca el anuncio del Evangelio y abrazaran la fe’.

Gal 1.18 Subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días.







Ad mayorem Dei gloria



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