domingo, 2 de diciembre de 2012

¿EXISTEN COSTUMBRES EN LA IGLESIA?


Dr. Jorge Arturo Rodríguez Reyna





Por supuesto que existen costumbres y hábitos en nuestra Iglesia, como en toda institución humana. Pero estas costumbres pueden ser valiosas para ciertas épocas y circunstancias y pueden ser modificadas de acuerdo a lo que determine el Magisterio de la Iglesia (El Papa y los Obispos). Esto es algo que también nuestros hermanos separados quieren criticar, pues dicen que seguimos enseñanzas de hombres, interpretando equivocadamente las palabras de Jesús. Pero sucede algo similar en el caso de las congregaciones cristianas que existen fuera del catolicismo: también tienen costumbres para realizar sus reuniones, su culto, el horario que cumplen, la forma de vestir, etc. No por eso se les puede condenar, al igual que ellos tampoco deben criticar las costumbres propias de la Iglesia Católica. Pero veamos, que ya en la primera Iglesia existían costumbres – defendidas con toda vehemencia por el escritor bíblico – que actualmente han cambiado, y que incluso nuestros amigos protestantes tampoco siguen:


1 Tim 2.11-12 Que la mujer sea sumisa y sepa aprender en vez de molestar. No permito que la mujer enseñe ni que quiera corregir a su marido.

1 Cor 11.16 De todas maneras, si alguien desea discutir, sepa que ésa no es nuestra costumbre, ni tampoco lo es en las Iglesias de Dios.

1 Cor 14.34-35 Hagan como se hace en todas la Iglesias de los santos: que las mujeres estén calladas en las asambleas. No les corresponde tomar la palabra. Y si desean saber más, que se lo pregunten en casa a su marido. Es feo que la mujer hable en la asamblea.

1 Cor 16.20 Salúdense unos a otros con el beso santo.

2 Cor 13.12 Salúdense los unos a los otros con el beso santo.

1 Tes 5.26 Saluden a todos los hermanos con el beso santo.

1 P 5.14 Salúdense unos a otros con el beso fraterno.


Previo al comentario final, nos preguntamos: ¿no tienen “Pastoras” las congregaciones evangélicas?, ¿no cantan acaso las mujeres o leen la Palabra de Dios en los grupos protestantes?. Puesto que como sabemos que sí, simplemente quedaría decir que los protestantes mismos se pueden dar cuenta que ellos también cambian las costumbres de la primera Iglesia. Y, lógicamente, eso no está mal, porque como dijimos al comenzar hay costumbres y hábitos que son válidos sólo para ciertas épocas y que de acuerdo a la cultura se pueden modificar. Lo único que no se puede cambiar es el mensaje de Cristo: la Palabra de Dios es absoluta. Si estamos de acuerdo en eso, entonces por qué critican las costumbres de los católicos. Tiene que haber más coherencia en su postura.

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