sábado, 1 de diciembre de 2012

¿POR QUÉ SE PAGA POR LAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS?


Dr. Jorge Arturo Rodríguez Reyna




Pues por la sencilla razón que los hombres de Dios – nuestros sacerdotes – tienen derecho a cubrir sus necesidades básicas para poder vivir. La Palabra de Dios, por otra parte, nos dice que los que predican el evangelio, deben vivir del evangelio. El mismo Jesús, cuando envió a predicar a sus discípulos, les dijo que no llevasen dinero para su sustento, pues tenían el derecho a recibir retribución por el servicio que brindaban. Además, recordemos que para el mantenimiento de nuestros templos, se requiere el pago de servicios básicos, el sueldo de los empleados que allí trabajan, el pago de impuestos, entre otros gastos. No podemos dejar de mencionar, por otro lado, que también se celebran diariamente en el mundo miles de misas gratuitas, que los sacerdotes no cobran por confesar, por administrar la unción de los enfermos, entre otros servicios que prestan continuamente y sin ningún costo a sus parroquianos. Leamos los textos bíblicos que refuerzan lo anteriormente dicho:


1 Cor 9.11 Si nosotros hemos sembrado en ustedes riquezas espirituales, ¿será mucho que cosechemos entre ustedes algunas cosas de este mundo?

1 Cor 9.14 El Señor ha ordenado, de igual manera, que los que anuncian el Evangelio vivan del Evangelio.

Gal 6.6 El que se hace instruir, debe retribuir al que lo instruye con cualquier cosa que tenga.

1 Tim 5.17 Los presbíteros que son buenos dirigentes recibirán doble honor y remuneración. Lo dice la Escritura: No pongas bozal al buey que trilla, y también: El trabajador tiene derecho a su salario.

Mt 10.10 No lleven oro, plata o monedas en el cinturón. Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuesto; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja se merece el alimento.

Lc 10.7 Mientras se queden en esa casa, coman y beban lo que les ofrezcan, porque el obrero merece su salario.



Ad mayorem Dei Gloria

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